Esto es lo que realmente está causando la distancia que sientes con tu pareja
- Chochi Bolaños

- hace 3 días
- 3 Min. de lectura
Cuando una relación inicia, tienes puesta toda tu atención. Te esmeras en mostrar tu mejor versión, eres amable, sonríes, estás pendiente y hasta dejas pasar pequeñas cosas que podrían molestarte. Es el efecto natural del enamoramiento: tu mente y tu corazón están centrados en la intención de conquistar y de conectar.
Pasa el tiempo y la ilusión inicial se va desvaneciendo. Entras en la etapa de la realidad, de verse cada uno por quien realmente es, y empieza la rutina y la costumbre. Los saludos cariñosos y con emoción desaparecen, el teléfono se vuelve más importante en los momentos de compartir, tu mente está en otra cosa y los temas del día a día se roban el espacio de las conversaciones para reír, soñar y conectar.
Sin darte cuenta, te dejas absorber por el día a día y hasta saludar o despedirte lo haces sin poner atención. Vives en piloto automático, dejas de estar presente, de observar, de escuchar, y poco a poco ambos empiezan a hacer lo mismo. Ya no están realmente ahí el uno para el otro, solo cumplen con el papel de pareja. A veces casi parecen amigos que comparten casa.
Poco a poco, la distancia se hace más grande. Luego pasa el tiempo y se preguntan: ¿Qué pasó? ¿En qué momento nos desconectamos? ¿Por qué parece que ya no nos conocemos?
Lo que mata el amor, es dar la relación y a tu pareja por sentado. Esto es lo que realmente está causando la distancia que sientes con tu pareja. Cuando dejas de mirar a los ojos, de agradecer, de notar los esfuerzos del otro, dejas también de elegir conscientemente a esa persona. No es solo el celular ni la rutina; son esos momentos en los que tu mente se va a otro lado y dejas de estar presente en tu propia relación. Son los momentos en que dejas problemas sin resolver, en los que gana el orgullo y, en lugar de expresar reaccionas con silencio y malos gestos. Son las heridas que se crean en los momentos a los que no les diste importancia, cuando decidiste no escuchar, fingir que no pasaba nada o ignorar los sentimientos de tu pareja o cuado eliges ignorar los tuyos y no expresarte.
No es la cantidad de tiempo que se comparte ni los gestos grandes. Es la calidad de nuestro tiempo y las muestras de amor del día a día. Son las pequeñas cosas cotidianas las que mantienen el amor, así como la apreciación y la amabilidad. El amor no se sostiene solo con lo que sientes, sino con lo que eliges hacer cada día. Cuando decides intencionalmente construir, cuidar y conservar tu relación.
El amor es más que un sentimiento: es una decisión que se vive y se cuida con intención.
Hoy te invito a que durante esta semana dejes a un lado el celular en los momentos cotidianos con tu pareja —al conversar, al comer, al despedirte o al saludarle— y le des tu plena atención. Mírale a los ojos, escucha de verdad y permite que la amabilidad sea tu actitud diaria, incluso en los días cansados.
Las relaciones se construyen con la elección de cada día de amar a tu pareja y con cada acción que realizas. Y esa elección diaria se fortalece entrenando la mente para guiar el corazón. Así es como se vive realmente el Amor Intencional.
¡Amor y luz!
Tu coach, Chochi
P.D. Si quieres aprender cómo reconectar con tu pareja, aquí estoy para acompañarte.





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